Con el fin de conseguir un acabado de maquillaje perfecto es imprescindible camuflar las alteraciones que existan en el color de la piel como rojeces y manchas, así como proporcionarle un aspecto luminoso que evite presentar un tono poco adecuado( mate, amarillento, cetrino…). Esto se consigue con la aplicación de las bases correctoras.
El corrector verde sirve para matizar tonos rojos, cualquier rojez que exista en el rostro.
El corrector violeta lo utilizamos para corregir manchas amarillas.
El color caramelo sirve para corregir manchas grisáceas.
El corrector azul añade luminosidad a las pieles claras.
El corrector amarillo corrige manchas oscuras en la piel como las ojeras.
El corrector rosa ilumina la mirada y corrige ojeras en pieles muy morenas.
El corrector naranja cubre tonos azules como moratones, venas y ojeras que tiendan a este tono.
En general si atendemos el círculo cromático siguiente cada color corrige o matiza a su contrario.
